ENTRE DOS REINOS (ARG)

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“Hermosamente elaborado. afectando una lectura transformadora. Las percepciones de Jaouad sobre el yo, la conexión, la incertidumbre y el tiempo nos hablan a todos”.— The Washington Post En el verano después de graduarse de la universidad, Suleika Jaouad se estaba preparando, como dicen en los discursos de graduación, para ingresar al “mundo real”. Se había enamorado y se mudó a París para perseguir su sueño de convertirse en corresponsal de guerra. Sin embargo, el mundo real que encontró la llevaría a un tipo de zona de conflicto muy diferente.



Empezó con un picor, primero en los pies, luego en las piernas, como mil picaduras de mosquitos invisibles. Luego vino el agotamiento y las siestas de seis horas que solo aumentaron su fatiga. Luego, una visita al médico y, unas semanas antes de cumplir veintitrés años, un diagnóstico: leucemia, con un 35 por ciento de posibilidades de supervivencia. Así como así, la vida que había imaginado para sí misma se había incendiado. Cuando Jaouad voló a su casa en Nueva York, había perdido su trabajo, su apartamento y su independencia. Pasaría gran parte de los siguientes cuatro años en una cama de hospital, luchando por su vida y narrando la saga en una columna para The New York Times .

Cuando Jaouad finalmente salió de la sala de cáncer, después de innumerables rondas de quimioterapia, un ensayo clínico y un trasplante de médula ósea, según los médicos, estaba curada. Pero como pronto aprendería, una cura no es donde termina el trabajo de curación; es donde comienza. Había pasado los últimos 1500 días persiguiendo desesperadamente un objetivo: sobrevivir. Y ahora que lo había hecho, se dio cuenta de que no tenía idea de cómo vivir.

¿Cómo volvería a entrar en el mundo y vivir de nuevo? ¿Cómo podría recuperar lo que se había perdido? Jaouad se embarcó, con su nuevo mejor amigo, Oscar, un perro terrier desaliñado, en un viaje por carretera de 100 días y 15,000 millas por todo el país. Se dispuso a conocer a algunos de los extraños que le habían escrito durante sus años en el hospital: una adolescente en Florida que también se estaba recuperando de cáncer; una maestra en California en duelo por la muerte de su hijo; un recluso condenado a muerte en Texas que había pasado sus propios años confinado en una habitación. Lo que aprendió en este viaje es que la división entre enfermos y sanos es porosa, que la gran mayoría de nosotros viajaremos de un lado a otro entre estos reinos a lo largo de nuestras vidas. 
entre dos reinoses una crónica profunda de supervivencia y una exploración feroz, tierna e inspiradora de lo que significa comenzar de nuevo.

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