Otra manera de hacer negocios

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Mucho antes de que Silicon Valley convirtiera un garaje en ícono del nacimiento de las startups, David Ruda y su amigo, socio y hermano Asrin, ya habían iniciado su negocio en una cochera. Cuando hoy la palabra de moda es reinventarse, cuarenta años atrás Ruda saltaba, sin conocimientos previos, de ser docente de educación física a ser comerciante, para luego convertirse en uno de los grandes empresarios del país. Hoy, que la literatura corporativa descubre los liderazgos flexibles y horizontales, leemos cómo “el Jefe” delegaba el silbato en la clase o cómo en Salto 96 se gestaron ideas que Zappos o Netflix descubreron en el siglo XXI. “Tengo 81 años. A los 79 dejé la presidencia para seguir siendo simplemente “el jefe Ruda”. Participo a diario, y todo el tiempo sigo pensando en cosas nuevas para seguir innovando; es algo que me sale con naturalidad y sin pensarlo, desde muy adentro, casi desde el corazón. Hoy, mirando en retrospectiva, veo con claridad que lo vivido con mi hermosa familia y Naranja fue realmente maravilloso", afirma el autor. Por esto, estamos frente a la historia de una vida que a la vez es un vigente libro para emprendedores porque habla de motivación, innovación, emprendimiento y equipos de trabajo.

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